Lunes 4 de diciembre, 9:50 AM
Estábamos en un avión con destino a Ontario, de allí
buscaríamos nuestro auto que ya lo habíamos embarcado ayer para que una tía que
teníamos aquí en Ontario viniera a buscarlo. Yo no tenía idea de que teníamos
una tía aquí pero al parecer tengo más de una tía. Según papá muchas y muchos son
adoptados pero al menos dos tías y un tío de sangre tengo de parte de padre.
Viviríamos en una casa que el abuelo había comprado para nosotros. Yo nunca
había conocido a mi abuelo ni tampoco sabía quién era pero de algo estaba
segura: era un vampiro Enefeis igual que mi hermano y yo.
-No viviremos solos –escuché decir a Gemma delante de mí,
estábamos en un avión privado, no había nadie más que mi familia y yo.
-¿Con quién viviremos? –preguntó Harry
-Con el abuelo y nuestras tías y tíos –hablaban en susurros
y para escuchar tuve que sacarme un auricular
-¿Conoceremos a nuestros familiares?
-Sí, eso escuché decir a papá
-Hay que decirle a Alli –dijo Harry y volteo en su asiento
para mirarme a mí, yo de inmediato me di vuelta para tapar la oreja descubierta
que tenía
-Está dormida –dijo Gemma con voz de ternura –no la
despertemos
-Hay una manera de despertarla sin querer –dijo Harry y yo
ya me esperaba lo peor, tal vez un vaso de agua encima de mí, que mi celular
sonara mientras tenía los auriculares –cosa que me aturdiría –o algún otro
invento de parte de mi hermanito.
-¿Qué?
-Mira –entonces empecé a escuchar como Harry me llamaba, por
la mente, estaba pensando en mí y decía mi nombre repetidas veces sin decir
palabra alguna.
-Cállate Harry ya estoy despierta –dije irritada, si molesta
que digan “Allison, Allison, Allison, Allison despierta, Allison, Allison”
cincuenta mil millones de veces.
-Pero si no ha dicho nada –dijo Gemma y yo voltee a verla
arqueando las cejas para que se diera cuenta de lo que hizo su hermanito menor –
¡Oh! Ya sé que hizo
-Menos mal –abrí los ojos como platos y la miré de costado
-Bueno, te desperté porque tenemos que decirte algo –abrió
la boca para hablar pero yo lo interrumpí
-Vamos a vivir con el abuelo y nuestras tías y tíos ya lo se
-¿Me has leído la mente? –preguntó Harry
-No, los he escuchado mientras hablaban –reí
-¡Ah! Con razón –dijo Gemma saliendo de su asombro por como
yo había completado la frase del chico de rulos -¿Y qué piensas de eso? –me
acerqué a ellos y me senté en el sillón que estaba en la ventana, era de esos
enteros son un semi circulo que suele haber en los Starbucks. Pero este era un
aterciopelado blanco y gris.
-Pues, al menos conoceremos a nuestra familia ¿no?
-Sí, después de todo –suspiró Harry
-Pues a mí me parece estupendo –dijo Gemma –me anima un poco
más el hecho de vivir con mi familia entera. Pensé que estaríamos solo nosotros
tres con nuestros padres.
-¿Tenemos algún primo? –Preguntó Harry –Varón me refiero
-Creo que sí –contestó Gemma –he escuchado hablar de un tal
Erick
-¿Erick? ¿Qué has escuchado de él? –pregunté ahora yo
-Pues, no mucho. Hace ya unos cuantos años escuché a papá
hablar con mamá de que un tal Erick era el nuevo hermano de Josephine. Ella
tiene mi edad y es nuestra prima así que supongo que Erick debe tener la edad
de Allison.
-¿Cómo puedes recordar eso? Yo no recuerdo ni lo que hice
ayer y tu recuerdas lo que escuchaste hace cuatro años –renegó Harry
-Memoria hermanito y cerebro también, cosa que a ti te falta
–bromeo Gem
-Chicos abróchense los cinturones que vamos a aterrizar
–dijo papá que había salido de la otra cabina que tenía el avión
-Ok –dijimos los tres al unísono y abrochamos nuestros
cinturones.
-¿Cómo creen que será nuestra casa? –pregunté
-Supongo que debe de ser enorme, para caber todos allí. Solo
espero que no tengamos que compartir cuarto –respondió Gemma
-Yo espero lo mismo –dijimos Harry y yo al unísono, nos
miramos y reímos.
El avión fue aterrizando de a poquito, ya llevábamos tres
horas de viaje de las cuales dos vine durmiendo y media escuchando música y
otra media hora charlando con mis hermanos, no, no pasó media hora recién,
estos deben haber sido unos quince minutos, es que cuando nos subimos al avión
nos pusimos a charlar.
El avión aterrizó en la pista y nosotros caminamos hacia la
puerta de donde estaban saliendo unas cien personas de otros aviones privados.
Cruzamos las puertas de cristal y el olor a sangre humana llegó a mí de
inmediato pero también pude percibir un olor que no era humano. No sabía que
era pero tampoco me interesaba averiguarlo.
-Harry puedes rastrear a tu tía por favor
-Si ni siquiera sé cómo es ¿Cómo voy a rastrearla? -¡Ah! Me
había olvidado decir que Harry tiene el poder de Rastrear a las personas que
conoce, así es, es un rastreador, también puede ver el futuro.
-Busca un olor de vampiro –dijo Gemma entonces
-Yo eh encontrado un olor que no es de humano –dije entonces
-¿Y de qué es? –preguntó mamá
-No lo se
-¿Esta por tu izquierda? –preguntó Harry. Estábamos parados
en un lugar del aeropuerto donde estaban los asientos para los que esperan
abordar un avión.
-Sí, ¿son vampiros?
-Sí –respondió Harry -¿No serás rastreadora también no?
-No lo creo –respondí yo
-No, solo que el olor de la sangre humana la atrae más a
ella que a ustedes –aclaró papá –y al percibir otro olor la despista más rápido
-Más te vale –bromeo Harry señalándome y mirándome por encima
de sus lentes de sol
Caminamos hacia donde Harry nos indicaba y yo empezaba a
percatarme de que ese olor tal peculiar que no era sangre humana estaba más
cerca. No me ardía el cuello y tampoco tenía ganas de beber sangre, había
comido bastante como para comer más. Llegamos hacia unas personas que por su belleza
obviamente no eran humanos, además no olían como tales.
-¡Jesica! –dijo papá y fue a abrazar a una mujer que no
aparentaba más de 20 años y vestía un hermoso vestido azul Francia hasta la rodilla
con unos tacones del mismo color. Tenía el pelo suelto y que caía en rulos
hasta la mitad de su espalda. Supuse que esa era una de mis tías ya que esta
respondió con un “¡Edward, hermano! Que gusto verte”. Mamá fue a saludar a un
tal Raul que estaba al lado de Jesica. Este tampoco aparentaba más de 20 años,
tal vez 21 pero no más. Tenía el cabello negro y corto. Unos músculos que hasta
parecía que con abrasarte podía quebrarte y sus ojos eran de un dorado
destellante.
-¿Cómo está la damita de Ed? –le preguntó a mamá
-Muy bien ¿y tú? –respondió mamá con una sonrisa mientras
que nosotros tres nos quedamos parados observando esa escena. Después de
saludarse entre ellos mis padres voltearon y nos hicieron seña de que nos acercáramos,
Harry estaba en el medio de nosotras dos así que estábamos ordenados de menor a
mayor. Era algo gracioso.
-Ellos son Allison, la menor que tiene 16. –me presentó papá
-Hola preciosa, eras una bebé cuando vi tu última foto –rio
Jesica, mi tía y vino a abrasarme, lo mismo hizo Raul.
-Hola –dije yo un poco tímida. Habían cambiado muchas cosas
en mí pero la timidez persistía como mi peor enemiga
-Él es Harry, el mediano –dijo mamá señalando a Harry –tiene
18 –Nuestros tíos hicieron lo mismo que conmigo
-Y tú debes ser Gemma –dijo la tía cuando se separó de Harry
tapando así la presentación de papá hacia mi hermana
-Sí, mucho gusto
-¿Cuántos años tienes?
-19 –respondió ella sonriendo
Después de toda la bienvenida nos fuimos hacia nuestro
coche, había dos coches afuera, papá y mamá iban con los tíos en el otro coche
mientras nosotros habíamos pedido nuestro auto para ir. Harry iba conduciendo
mientras nosotras íbamos atrás y sacábamos tema de conversación que obviamente
el central fue ¿Cómo serán nuestros primos y tíos?
-¿Alguno sabe cómo se llama el abuelo o alguno de nuestros
tíos? –pregunté
-Sí, Jesica y Raul son nuestros tíos –bromeo Hazza
-No me digas –reímos los tres
-No, la verdad es que nunca nos dijeron nada sobre ellos
–dijo Gem –y si nos dijeron no me acuerdo –completó
-¿Saben que nuestro apellido no es Styles, verdad? –preguntó
Harry
-¿No es Styles? –A esta altura nada debería sorprenderme
pero ¿por qué cambiar de apellido?
-No, es Donson –dijo Gemma
-¿Donson? ¿Cómo el de los 7 poderes?
-No había pensado en eso –dijo Harry –pero tienes razón es
el mismo apellido
-¿Nuestro abuelo no será Charlie Donson verdad?
-Puede ser –respondió Gemma
-Aún sigue sorprendiéndome cómo podemos vivir tanto tiempo
-Milenios –dijo Harry -¿A dónde vamos? –preguntó Harry,
estábamos siguiendo al auto de los tíos pero no había prestado atención por dónde
íbamos. Estábamos entrando en una zona donde no había nadie, absolutamente
nadie. Estaba repleta de árboles y el clima parecía muy frio, que bueno que
había traído un pantalón de jean ajustado y unos Converse negros pero me había
olvidado de traerme una campera. Unos pocos metros más adelante se veía un
cartel que decía Stratford Population 23000
-Papá dijo un lugar aislado de las personas y cerca de un
bosque ¿lo recuerdan? –nos recordó Gem
-Es cierto –recordé
-¡Oh claro! –dijo Harry a la misma vez que yo recordando lo
que había mencionado papá dos días antes.
…
Ya habíamos llegado, no había sido mucho camino después de
todo. Estacionamos en la cochera y entramos a la casa, en el living estaban
sentados un chico y una chica jugando con un Xbox al tenis.
-Chicos ellos son Allison, –me presentó la tía señalándome
–Harry, –señaló a Harry –y Gemma –señaló a Gemma –y son sus primos.
-Hola –dejaron de jugar y nos saludaron
-Y ellos son Edward, su tío y Emily su tía –señaló a papá y
a mamá
-Mucho gusto, soy Josephine –dijo la chica –y él es mi
hermano Erick –nos saludaron a todos con un beso en la mejilla. La chica era
morocha y con el pelo largo y enrulado hasta la cintura, sus ojos eran de un
verde muy hermoso lo cual no podía ser porque los vampiros no tienen ojos
verdes. El chico al contrario tenía el pelo rubio, lacio y despeinado
naturalmente, sus ojos eran celestes igual que los de mi hermano.
-¿Tu eres…? –le pregunté a Josephine pero no terminé la
frase porque tal vez no sabía
-¿Vampiro? Sí, es solo que puedo cambiar de apariencia, mira
–me dijo e hizo que sea igual a mi
-¡Genial! –Dije sonriendo –Yo tengo el mismo poder pero no
se utilizarlo muy bien
-Solo tienes que concentrarte en cómo quieres parecer
-A ver –pensé en ella tal y como la había visto antes y
sentí que algo en mi cambiaba, era una sensación rara y daba como cosquillas
pero no a ese límite que te tienes que reír, sino que era como cuando se te
duerme un pie o un brazo.
-¡Wow! Genial –dijo ella sonriéndome
-¿Cómo me veo?
-Igual de fea que mi hermana –bromeo Erick y todos rieron
hasta Josephine quien le pegó en la cabeza tal y como yo hacía con Harry cuando
decía algo así
-Mmm… ¿también hacen lo mismo que la persona con la que
cambian? Porque eso me lo hace mi hermana cuando digo algo así –dijo Harry
-No, eso es natural en ella –dijo Erick
-Tal vez no sería natural si tu no la buscaras –dije yo
riendo y sentí como volvía a ser yo de nuevo, lo mismo pasó con Josephine.
-¡Hijo! –gritó alguien desde las escaleras
-¡Papá! –gritó mi padre y fue a abrasarse con el que supongo
es mi abuelo.