jueves, 6 de junio de 2013

LALALALA

YYYY..... dije tres capítulos pero se los dejo por ahí porque el otro capitulo HJHGSHAGDHAGSDHAGHDAD AME hacer el otro capítulo y espero que lo disfruten pero..... esperen por él shjdajsh Soy Cruella de Vill y me aman hdajshdas :)


Las amo♥

Capítulo 14: No son buenos los Converse en la nieve



-No… no importa –tartamudee –adiós –sonreí, me acomodé en mí y abrí más la puerta para que los dos pudiéramos pasar por esta, él se quedó afuera y se hizo a un lado para que yo pasara y así fue. Caminé directo hacia el auto de Gemma y me quedé recostada en él, me quedé mirando mis manos con los auriculares puestos hasta que Gemma llegó con las llaves y todos nos fuimos a casa. Cuando llegamos cada uno se fue a su habitación sin decir nada, cuando entré en mi habitación me tiré en la cama y me quedé ahí por unos minutos. Estaba tan cansada que me quedé dormida pero alguien entró a mi habitación y me despertó.
-¡Alli, Alli, Alli, despierta! –Escuché decir a Sabri - ¡Tienes que llevarme a la casa de Jazzy! ¡Lo prometiste! –me informó. Lo había olvidado por completo. Pensé que en este día no me encontraría más con Bieber pero creo que me equivoqué, ahora solo me quedaba rezar porque él no estuviera en su casa. Aunque era algo no inesperado que no estuviera, con este clima sería de locos salir con amigos o algo así.
-Ya voy –dije dándome vuelta y tratando de abrir los ojos, cuando los abrí vi a Sabrina donde debería estar el techo. Fue raro pero es que Sabrina estaba arrodillada en mi cama y su cabeza tapaba todo lo que podía ver.
-¿Me llevarás verdad? –preguntó e hizo que sus ojos verdes brillaran más de lo que ya brillaran
-Sí, te llevaré pero déjame ducharme y cambiarme
-¡Claro! –Sonrió y se puso a saltar – ¿Puedo escuchar música? –pregunto mirando mi reproductor de CD
-Claro, ¿te lo prendo o sabes? –entrecerré los ojos como mirándola desafiante
-Préndelo –me pidió con carita de angelito y yo fui hacia el reproductor y lo prendí, estaban dando Firework de Katy Perry y Sabris se puso a cantarla y a bailar, de verdad cantaba bien, supongo que era uno de los dones de la familia ya que la mayoría cantamos bien. Busqué la ropa que me iba a poner y me fui a duchar, Sabri se quedó cantando y bailando cada canción que pasaban en la radio, yo por mi cuenta me metí a duchar tranquilamente. Cuando salí me puse lo que había buscado, un pantalón negro ajustado, una remera del mismo color con la bandera de Inglaterra que me había comprado cuando fuimos con Dani y Elee al mall el año pasado. Como las extrañaba.  Bueno volviendo a la realidad, me puse mis Converse rojos y salí del baño. Allí todavía estaba mi prima jugando con un peluchito que yo tenía arriba de la cama. Es imposible no tener ese osito conmigo, lo tengo desde que tengo memoria y lo amo, es mi vida. Busqué en mi joyero las pulseras de Inglaterra y la de plata que decía LOVE que me había regalado Harry hace dos años. Me puse un collar que tenía unos lentes y un mostacho que amaba y por último me tomé mi chaqueta negra con la gorra afelpadita. (http://www.polyvore.com/new_england_all_star/set?id=66648972).
-Oye papá –lo llamé mientras bajaba las escaleras con Sabri de la mano
-¿Sí? –preguntó papá dándose vuelta para mirarme
-¿Me prestas tu auto para llevar a Sabrina a casa de una amiga?
-Ok pero ten cuidado, no conoces la ciudad y…
-Papá, ya sé cómo ir y venir, no voy a ir a otro lado
-Bueno, solo te decía –se excusó y me estiró la mano con las llaves, yo las tomé y me fui a agarrar la chaqueta de Sabrina que estaba colgada en el perchero. Ella llevaba puestos unos jeans claros con una blusa de manga larga rosada y unas botitas afelpadas blancas igual que su chaqueta. Traía su pelo recogido en dos colitas lo que la hacía ver más tierna de lo que ya era.
-¿Vamos? –pregunté a Sabri cuando terminé de abrocharle los botones de su chaqueta.
-Vamos –se puso la gorra y yo hice lo mismo, las dos teníamos la gorra de la campera con el borde afelpado y eso hacía que estuviéramos más calentitas aunque yo no sintiera el frío Sabrina si lo sentía, ella aún era humana. Caminamos casi corrimos hacia la cochera, cuando llegamos esta se abrió y yo le saqué la alarma al coche de papá, Sabrina entró corriendo dentro de él y yo entré en el asiento del conductor. Ya tenía licencia así que lo único que me faltaba para poder manejar era un automóvil pero siempre tenía el de Gemma, Harry o el de papá. Mamá no tenía auto, no le gusta manejar así que todos en la familia tienen menos mamá y yo. Saqué el auto del garaje y me puse a conducir hacia la casa de Justin, el camino estaba resbaladizo pero por suerte ya estábamos prevenidos, todos habían cambiado las llantas un día antes porque Harry había visto que iba a nevar –vio el futuro -. El camino me pareció más corto que ayer aún, ¿por qué cuando no quieres llegar a un lado el camino se te hace más corto? ¡Es injusto! Tardé unos segundos en salir pero Sabri me apuró, no podía hacer que Sabrina pagara por lo que yo no quería hacer. Así que me apuré y saqué a Sabrina del auto porque decía que no podía caminar. La cargué y fuimos hasta la puerta, toqué timbre y Justin salió con Jaxon en brazos, se veía tan tierno.
-Allison, que sorpresa.
-Le prometí a Jazzy que hoy traería a Sabrina –le informé y él me dedico una sonrisa, no sé por qué pero cada vez que hacia un gesto bueno me hacía odiarlo cada vez más.
-Ven, pasa –abrió más la puerta y se hizo a un lado. –Hola Sabris –saludo a mi primita con un beso
-Hola Justin –saludo Sabri con una sonrisa enorme -¿Dónde está Jazzy?
-Está en la cocina, ve con ella si quieres –le dijo sonriendo y ella se bajó de mis brazos, se sacó la campera, me la dio y salió corriendo hacia la cocina
-¡Alli! –gritó Jaxon quien acababa de despertar de los brazos de Justin, ¿informé que estaba dormido?
-Hola hermoso –sonreí y él se tiró hacia mí para que lo agarrara, Justin se acercó y me lo dio -¿Cómo estás?
-Bien ¿trajiste a Sabrina? –me preguntó parpadeando repetidas veces
-Sí –reí –esta con Jazzy
-Él es mi hermano, el que te dije que le robaba las novias –me informó señalando a Justin
-¡Jaxon! –lo retó
-Ajam, lo conozco –sonreí mirando a Justin quien seguía mirándonos con cara de “voy a matarte” –Me voy, les dejo a Sabri, cualquier cosa llamen –le informé a Justin y le entregué a Jaxon
-¡Espera! –Justin me detuvo agarrándome del brazo
-¿Qué? –pregunté
-No tengo tu número
-Cierto –cerré los ojos y luego los abrí, lo miré y sus ojos se encontraron con los míos –es… es 095548047 -tartamudeé
-Ok, listo –dijo agentándolo en su teléfono como Allison
-Adiós –dije dándome vuelta pero una vez más Justin me detuvo
-Una pregunta ¿usas lentes de contacto?
-No –dije con voz de ¿por qué me preguntas eso? Y él me miró a los ojos de nuevo y sentí como algo dentro de mí desfallecía.
-Hoy tenías los ojos marrones y ahora son… verdes
-Es… -cerré los ojos y di vuelta 90 grados mi cara –Es el cambio de clima
-Hoy en literatura estaba igual que ahora –insistió
-Sí pero se ve que demoraron en cambiar –insistí, se notó que no quedó muy conforme, tan solo espero que no investigue o tal vez podría llegar a la conclusión de lo que soy y eso me asusta bastante.
-Te acompaño hasta afuera –dijo amable y dejó a Jaxon en el sillón donde ahora se encontraba Sabri
-Claro –respondí sonriendo un poco forzadamente pero al final la sonrisa salió y no fue nada falsa. Justin se puso su chaqueta negra y salimos de la casa, recorrimos el camino que ayer estaba rodeado de flores que ahora estaba lleno de nieve hablando
-¿Cuándo haremos el trabajo para Sefin? –literatura pensé
-Amm… no lo sé, que te parece –me puse a pensar y pisé mal y me resbalé, Justin me agarró justo antes de que callera pero él terminó resbalándose también y yo caí arriba de él. –Lo siento –reí  y él rio conmigo
-¿Sabes que no son buenos los Converse en la nieve? –preguntó riendo y mirando mis Converse
-No son buenos los Converse en la nieve, anotado en mi lista de advertencias –bromee y Justin soltó una leve carcajada, aún seguíamos tirado en el piso
-Estas muy fría –dijo tocando mi mano -¿no quieres quedarte un rato más?
-No, estoy bien gracias
-¿Segura? Parece que a Jaxon le caes muy bien y si Jazzy te pidió por favor que le trajeras hoy a Sabri es que también le caíste bien
-¿Y a ti? –le pregunté
-¿A mí?
-Sí, ¿te caigo bien? –pregunté tímida
-En esta posición tengo que admitir que si –bromeo y yo me sonrojé
-¡Oh, lo siento! –me disculpé de nuevo e intenté levantarme pero fue en vano porque Justin me agarró de la mano y me resbalé de nuevo hacia él
-No era para que salieras de arriba mío –me quedé seria, Justin se iba acercando de apoco hacia mí, su mirada pasaba desde mis ojos hasta mi boca pero yo no podía permitir que me besara ¿Qué tal si eso hacía que lo mordiera? No quería lastimarlo pero lo deseaba tanto que me hacía odiarlo. Lo deseaba más que a mi vida.
-Justin –dije incomoda y tartamudeando
-¿Si? –dijo él a pocos centímetros de mi
-Estamos tirados en la nieve que por cierto esta helada –le informé
-Ah sí –dijo él y yo intenté pararme otra vez, esta vez Justin no jaló de mi mano pero aun así no la soltó –Y… ¿te quedas o no?
-Está bien –me rendí –pero solo unos minutos
-¿Pueden ser unas horas? –hizo pucheros
-Estas abusando –le informé
-Mmm… -se puso pensativo -¡Por favor! –pidió como un niño luego
-Está bien –solté una leve carcajada –pero pocas, tengo que hacer la tarea
-Ok –dijo con cara de quien ganó el mayor premio del mundo. Justin aún no soltaba mi mano pero tampoco me importaba mucho, se me hacia cómodo estar de su mano.
-Oye al final ¿Cuándo haremos el trabajo de literatura?
-Emm… ¿Qué…? –Se interrumpió –mejor vamos a dentro y te lo digo porque tal vez nos resbalemos de nuevo si lo pronunciamos afuera en la nieve –bromeo y yo me largué a reír
-¿Ya puedes decirme cuándo? –pregunté  cuando ya estábamos dentro de la casa
-Sí, ¿Qué te parece mañana?
-Iba a proponerte lo mismo, ¿Cuándo era que había que entregarlo?
-El viernes, -me recordó – tenemos bastante tiempo pero prefiero sacármelo de encima.
-Tienes razón –concordé –es mejor sacárselo antes, yo ya tengo como 5 deberes
-Buen primer día de clases –me dijo riendo
-Sí, no es mucho pero… -mascullé
-¿No es mucho? ¿Cuántos…? -no terminó su pregunta – ¿Dónde vivías antes?
-En Londres –contesté
-Con razón –miró mi remera – ¿extrañas?
-Sí, bastante
-Yo he ido unas cuantas veces a dar conciertos
-¿Conciertos? –Lo miré extrañada –no sabía que era cantante  -su cara pasó de feliz a sorprendida y a su vez en sus ojos se denotaba felicidad ¿será que le alegra que yo no supiera que era cantante?
-Sí, bueno, soy Justin Bieber ¿no te suena?
-No –contesté un poco apenada
-Bueno, supongo que no todo el mundo me conoce, pero mejor así –sonrió y otra vez me sentí desfallecer ¡¿Qué era esta sensación por Dios?!
-Espera un segundo –saque mi teléfono del bolsillo y busqué el reproductor de música, lo accioné y busqué en donde dice “artistas” el nombre Justin, me apareció Justin Timberlake y… ¿Justin Bieber?  Mi cara se transformó en cara de sorpresa en seguida ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Él era mi ídolo antes de convertirme y olvidar muchas cosas importantes. Como a él.
-¿Qué sucede? –preguntó Justin preocupado al ver mi reacción
-Emm… es que… tengo más de 150 canciones tuyas –puse algunas –hasta en concierto –lo miré y luego miré mi celular, tenía una canción que decía “Boyfriend Acoustic Live”
-Tu no… ¿no era que no sabías de mí? –preguntó de repente Justin sin terminar su frase anterior
-Es que de verdad no sé quién eres, verás, tuve una… -tenía que inventar algo rápido –amnesia temporal y olvidé algunas cosas de mi vida y supongo que esta también –dije con voz apenada, en verdad en esto de actuar a los vampiros se les daba bien.
-Me gusta más que no lo sepas –sonrió y yo levanté la cabeza para mirarlo a los ojos pero enseguida tuve que bajarla porque Sabrina cinchaba de mi pantalón ya que era a lo único que llegaba
-¡Alli! –gritó con voz chillona entonces
-¿Qué sucede Sabri?
-Es que quiero irme, no me siento bien –una lagrima resbaló de su mejilla.
-Está bien, ¿Qué te duele?
-La panza –se quejó y detrás de ella sentí un ruido, ahí venía Jazzy agarrándose la pansa también
-¿Qué sucede Jazzy? –preguntó Justin cargándola
-Me duele la pansa, –dijo con voz de adolorida –comí mucho –Justin me miró y yo hice lo mismo
-¿Dulces? –preguntamos Justin y yo al mismo tiempo y luego reímos
-Sí –contestaron las dos pequeñas
-Jazzy sabes que no puedes comer muchos dulces –dijo Justin abrasándola más fuerte
-Sí, pero queríamos comer dulces –se excusó
-Sabri tú también lo sabes, creo haber escuchado muy bien ayer que Jesica decía que no podías comer muchos dulces –la miré seria y ella se echó a llorar en mi hombro
-Me duele –sollozaba –me duele mucho –tragó saliva –llévame a casa –lloró más y la cargué
-Está bien pero déjame ponerte la campera –le pedí yendo hacia el perchero donde estaba su campera, la mía la traía puesta aún
-¿Ya se van? –preguntó Justin haciéndose el triste
-Sí, creo que será mejor que la lleve a casa –contesté un poco preocupada
-Acuéstame en el sillón –le pidió Jazzy a Justin
-Hay Jazzy –se quejó Justin llevándola al sillón –Dime ¿qué le diré a papá cuando te vea así? –le pregunto a su hermana y esta se encogió de hombros
-Soy chiquita arréglalo tú –masculló Jazzy y yo me eché a reír, tenía razón, era chiquita pero para lo que le convenía
-Sí y no son chiquitas para comer muchos dulces ¿no?
-Así es –informó Sabri y nosotros reímos
-Ya vamos a ver que dice tu madre de esto –le hice saber a Sabrina
-No le digas ¡Por favor! –pidió casi rogando
-Está bien pero me gustaría saber cómo ocultar que estas muriendo de dolor de panza
-No lo sé, soy chiquita arréglalo tú –repitió lo que dijo Jazzy
-Chiquita sí, pero el problema es tuyo no mío –me defendí yo
-Inteligente –me alagó Justin –debí de haberle contestado eso ¿Cómo no se me ocurrió antes? –yo me encogí de hombros. Todavía estaba tratando de ponerle la campera a Sabrina pero no podía, era prácticamente imposible con una mano y menos que ella no ayudaba en nada y no quería bajarse así que no podía ponerle la campera. -¿Te ayudo? –preguntó Justin cuando me vio en mi último intento de colocarle la campera a Sabrina
-Por favor –pedí y él vino hacia mí y me estiró una mano para que le diera la campera, yo se la entregué y él le colocó la campera a mi primita que acababa de quedarse dormida en mis brazos ¿ahora como haría para llevarla sin que se hiciera algún tipo de daño en el auto? Los cinturones sirven pero no son los mejores amigos cuando estas durmiéndote.
-Sabri –trate de despertarla pero no pude, la pequeña había caído en un sueño profundo -¡genial! –mascullé
-¿Quieres que las lleve? –preguntó Justin
-No, no es necesario
-No, enserio, yo las llevo –insistió, suspiré y miré a Sabri que estaba totalmente dormida, tal vez despertarla no era la mejor idea porque le iba seguir doliendo la pancita y si dormía tal vez se le pasaba, solía funcionar conmigo.
-Está bien, no quiero despertarla pero –me apresuré a decir -¿con quién se quedan Jazzy y Jaxon?
-Papá está en su cuarto –me avisó –espérame aquí –lo vi subir las escaleras de dos en dos y luego desapareció de mi vista. Seguramente iba a llamar a su padre aunque francamente no creo que sería buena idea para Jazzy quien estaba retorciéndose en el sillón a punto de quedar dormida
-Jazzy, ¿quieres una leche o algo de eso? –le pregunté antes de que se durmiera
-No, comí suficiente por hoy –me respondió y luego callo dormida como mi prima.
-Jazzy ya… -empezó a decir Justin pero yo lo calle
-¡¡Shhh!! Recién se durmió –lo interrumpí
-Ha, ok ¿vamos?
-Vamos
Salimos y el frio hizo que Sabrina me apretara más fuerte el cuello, no podía decir que no podía respirar porque no tenía tanta fuerza, además los vampiros podemos dejar de respirar sin que nos pase nada pero Sabri había apretado bastante fuerte mi cuello y me había dolido un poco
-Va a ahorcarme un día de estos –me quejé riendo
-Mi hermana hace lo mismo –dio vuelta los ojos –Y Jaxon igual, es salir afuera y se sujetan como si fuéramos a dejarlos caer
-Sí, pero creo que es más por el frio que por otra cosa –le informé mi pensamiento
-Sí, yo pensaba lo mismo hasta que en pleno verano saqué a Jaxon afuera mientras él dormía y me apretó tanto que casi me ahorca –Justin sacó la lengua e hizo que sus ojos quedaran en blanco haciéndose el que moría y yo reí
En el viaje no hablamos casi nada, Justin nos llevó y luego de dejar a Sabrina en su cama yo fui a llevarlo a él ahora. Cuando llegué de nuevo –y esta vez definitivamente –a casa me tiré en el sofá al lado de Erick quien me miró con mala cara y luego siguió mirando su película de acción.
-¿Qué te sucede? –pregunté extrañada por la manera en la que me había mirado, yo no había hecho nada
-Nada –contestó seco y frio
-Se nota –dije sarcásticamente y callamos por algunos minutos pero yo otra vez volví a preguntar – ¿Me puedes decir qué carajo te pasa? –pregunté perdiendo la paciencia
-No me agrada Bieber –respondió seco otra vez
-Yo no tengo la culpa –le informe y me levante del sillón –y si tienes algún problema con él no te las agarres conmigo, es cosa tuya y de él no mía. –lo logró, me puso de mal humor. Si hay una cosa que no soporto es cuando las personas tienen un problema con otras y si tú haces algo con esa otra persona con la que tienen problemas se enojan contigo ¿Qué carajo tengo que ver yo con que no le agrade Justin? Como le dije sus problemas son suyos no míos. Me fui a mi cuarto y cerré la puerta de golpe, no pretendía que se golpeara pero con el mal humor que ahora tenía era casi imposible que no sucediera eso. Fui hacia mi ordenador y lo prendí, entré a mi sesión poniendo la contraseña y entré a Facebook, Twitter, Tumbrl, MSN y Skype. En Facebook tenía 20 notificaciones de mis amigas en mayoría, muchas eran publicaciones que decían “te extrañamos, conéctate” y muchas otras eran de “a tal persona le gusta tu foto” y eso. Cerré Facebook, abrí Twitter y escribí:
¿Por qué las personas se pelean y se las agarran con los otros? Es completamente inútil.
Y luego escribí otro Twitt:
¡Los extraño chicos! Espero que nos podamos ver pronto. Los amo♥
Y los etiqueté con el @___________. Luego cerré Twitter y seguí revisando mis otras cuentas. No había nadie en Skype y en MSN lo único que logré ver era que tenía 5 mensajes en la bandeja de entrada así que los fui abriendo uno a uno. El primero decía:
Allis:
Aller llegué y me enteré de que te habías mudado, no puedo creer que no me hallas avisado. Te extraño mucho amiga espero que no te hayas olvidado de mí y que vengas a visitarme de vez en cuando.
                                                                                  Con cariño: Daniell
¡Me había olvidado de decirles a las chicas que me mudaría! ¿Cómo pude olvidarme de eso? Realmente me había empezado a sentir mal, las necesitaba, la única amiga que tenía acá era Josephine y Caitlin y ni siquiera tenía el número de Caitlin y como recién nos conocíamos no le tenía la suficiente confianza como para contarle de mis problemas. No es así como yo empiezo una amistad que espero que dure, Caitlin parece una chica bastante amable y creo que fue la única que se atrevió a hablarme después de saber que era una Donson.
Miré el reloj de la computadora y marcaba las 19:30 PM ¿tanto había tardado? Decidí apagar la computadora y ponerme a hacer mi tarea, tenía bastantes deberes para hacer y creo que no serían tan rápidos aunque gracias a mi enorme vida social en este país tenía bastante tiempo para realizarlas todas y corregirlas y si quería también pasarlas en blanco aunque no haría tanto trabajo. Saqué mis cuadernolas de Historia, Geografía, Informática y Química y me puse a hacer las tareas. Para historia tenía que estudiar así que no me molesté en abrir la cuadernola, para geografía tenía que calcar un mapa de Canadá con cursos de agua, para informática una redacción de cómo se organizan las computadoras y en química tenía que hacer un pre-informe de laboratorio.
Ya eran las 10:30 PM cuando terminé de hacer mis tareas y estudiar para historia. Me había cansado bastante por hoy y necesitaba una buena comida porque mi estómago crujía y crujía sin parar. La mano me dolía de tanto escribir y la cabeza de tanto esforzarla, creo que fue demasiado estudio por hoy.
-Oye –sentí una voz que me llamaba cuando iba entrando a la cocina pero no me voltee porque sabía quién era –Allison –me llamó de nuevo el rubio –Perdón –pidió al ver que yo no iba a responderle –no quise agarrármelas contigo pero es que ese Bieber me pone de un muy mal humor, no puedo evitarlo y no quiero pelearme contigo porque hace unos dos días que nos conocemos –aclaró –y no quiero que nos peleemos –su tono era bastante sincero y me di vuelta para mirarlo, estaba apoyado en el marco de la puerta con su cabeza en su brazo izquierdo, yo por mi cuenta estaba preparándome un sándwich de lionesa y queso.
-Está bien –lo perdoné –pero no vuelvas a  meterme en tus problemas –le advertí seria y él sonrió y vino a abrasarme –No seas cargoso –me quejé riendo
-No puedo –se limitó a decir riendo
-Eres un pesado –Erick podía ser lo más irresponsable, rompe huevos, gruñón y malo que una persona podía ver si se lo proponía pero también es la persona más tierna cuando quiere.
-Ya lo sé
-Y aun así no entiendo como no tienes novia –negué con la cabeza –Dana no sabe lo que se pierde –reí
-Es cierto, no sabe lo que se pierde –creo que hice que su ego subiera del límite, solo espero que no dure jajajaja.
Después de comer mi sándwich me quede un rato con Erick viendo una película y cuando terminó a eso de las once de la noche me fui a dormir. Estaba muy cansada, me cambié y me tiré en mi cama, a los pocos minutos me había dormido.

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Capítulo 13: Snow



-Hola, ¿Cómo estas Justin? –traté de sonreír pero el olor de su sangre no me permitía ni abrir la boca
-Bien ¿y tú?
-Genial –suspiré mientras lo decía. El profesor siguió dando su clase y yo trataba de prestar atención pero de verdad que no podía lo peor era que mañana también tendría que lidiar con esto y no estaba segura de poder aguantar ni siquiera hoy, tan solo espero que esta sea la única clase donde me lo tope.
El timbre sonó y yo agarré enseguida mi mochila y mi chaqueta que me la había sacado porque había empezado a hacer calor. El profesor nos había mandado hacer una redacción de la organización de las computadoras para pasado mañana. No era muy larga así que la podría hacer hoy cuando llegara a casa.
-¿Cómo ha ido tu primer día? –preguntó un chico viniendo desde mi espalda
-¡Me asustaste!
-Lo siento, no fue mi intención –rio -¿o tal vez si?
-¡Erick! –Rezongué y en cuanto pronuncié su nombre todo el mundo volteo a vernos, era como si fuéramos un imán -¿Qué? ¿Acaso eres el único Erick que existe aquí? –le susurré
-¿Tu qué crees? –preguntó mirando hacia delante. Miré hacia mi izquierda donde estaban algunos chicos mirándonos pasar
-¿Serán novios? –escuché murmurar a una chica
-Por favor, es Erick Donson –murmuró la que estaba con ella y entonces Erick pasó un brazo por mi hombro
-¿Qué haces? –le pregunté sonriendo
-Hago que se callen –rio y me dio un beso en la cabeza, muchos de los presentes soltaron un leve “Aah” de impresión y algunos solo voltearon a cuchichear con sus amigos.
-Esto solo hace que hablen más –le saqué la mano de mi hombro
-Eres mi prima, me da igual
-A mí no Donson –lo rezongué
-Te quiero loca psicópata
-Hoy no he intentado matar a nadie –me defendí
-¿A no? ¿Justin salió vivo de Informática? – ¿Cómo supo eso? Yo no le había dicho que estaba en informática con Justin y mucho menos que estaba en el mismo escritorio que él
-¿Cómo sabes que…?
-Tu papel –señaló mis horarios –dice informática a primera hora y Justin –señaló al casillero que estaba ¿al lado del mío? ¡Oh no puede ser! ¿¡Por qué a mí!? –Tiene informática a primera hora, lo dice su horario –mire hacia la puerta del casillero que estaba abierta y definitivamente en su horario que estaba colgado en esta decía Informática y luego… ¿química? Bajé mi mirada hacia mi horario doblando para que vayamos hasta mi casillero, para mi suerte –o no –yo tenía historia. Abrí mi casillero con la clave que tenía en el papel y Erick se apoyó en el casillero de al lado al mío –el que no era de Justin –y siguió hablando de no sé qué cosa.
-¿Sabes que no estoy escuchándote verdad? –pregunté negando con la cabeza y frunciendo el seño
-Me lo supuse, pero de todas maneras no tenías que hacerlo, estaba contándote que pasó con la chica que te había dicho hoy
-¡Ah sí! ¿La que ni siquiera sé el nombre?
-Sí, se llama Dana
-¿Dana? Lindo nombre –sonreí
-Si –suspiró y miró hacia delante con ojos soñadores
-Estás enamorado –me burlé
-No, claro que no
-Sí claro, espera sentado a que me lo crea
-¡Allison! –renegó pero ya era tarde, me había puesto a cantarle “Erick está enamorado, a Erick le gusta Dana” repetidas veces
-¡Allison ya cállate! –se sonrojó
-Jajaja te sonrojaste –reí
-¡Maldita sea Allison! Si Dana te escucha te mato
-Mira como tiemblo –hice que temblaba y también pucheros –no serías capaz de hacerme nada, me amas –dije acentuando las dos últimas palabras y parpadeando rápido
-Este es tu fin, -declaró –disfruta tu día porque será el último –me apuntó con el dedo
-Sí, claro –reí, el timbre sonó y me di cuenta de que habíamos estado caminando hacia la clase donde es historia.
-Bueno, aquí es tu clase, me voy o el señor Finigan se enojará conmigo –hizo una mueca y  luego rio –hasta hoy de noche cuando te mate primita –besó mi frente
Entré a clases y encontré a la profesora sentada mirando sus manos entrelazadas arriba del escritorio esperando a que todos lleguen.
-Profesora –dije en una voz suave, no es mi fuerte hablar con personas mayores
-¿Sí? –Levantó la vista y yo le entregué el papel de asistencia -¡Oh! La chica nueva –dijo sonriéndome, tomó su bolígrafo y firmó el papel –Bienvenida, supongo que no quieres presentaciones
-Si es posible ahorrarlas mejor
-Ok, siéntate allí –señaló un asiento al lado de la ventana al final de la clase. Yo sin decir nada me fui a sentar en el lugar que me había indicado la profesora. Cuando todos llegaron la profesora se puso a pasar la lista, al final de ella dijo – ¿Donson? –y un clima de tensión se creó en el ambiente ¿Qué creían que eran los Donson?
-Presente –dije y todos voltearon a verme como si estuviera coreográficamente planeado
-¿Beadles?
-Presente –dijo una chica jadeando que acababa de entrar a la clase
-Llega tarde señorita Beadles
-Lo siento es que tuve problemas en la carretera
-¿Problemas?  -preguntó la profesora
-Está nevando –aclaró la castaña que acababa de entrar y todos miramos hacia afuera, una vez más sentí una mirada clavada en mí, unos tacones se asomaban y luego sentí que alguien se sentaba al lado mío. Automáticamente casi por un instinto miré quien se había sentado junto a mí, era la chica que acababa de entrar. Ahora que la veía bien vi que era bastante bonita, debía de ser porrista o algo de eso –si es que aquí habían –sus ojos eran verdes y su pelo lacio y castaño caía largo hasta su cintura. Traía puestos unos jeans oscuros una blusa violeta y unos tacones del mismo color. Detrás de ella había una chaqueta negra que acababa de dejar. –Hola –saludó sonriéndome, se notaba que no sabía que yo era una Donson porque si no estoy segura de que no hubiera saludado.
-Hola –sonreí – ¿Cómo te llamas?
-Caitlin Beadles ¿y tú?
-Allison –dudé en decirle mi apellido –Donson
-¿Donson? –tragó grueso
-Sí, Donson
-Pensé que los Donson solo… -hice un gesto para que continuara –solo… se llevaban entre ellos
-Emm… es… complicado
-¿Eres nueva en la ciudad cierto?
-Sí, me he mudado antes de ayer.
-Tal vez podamos ser amigas –sonrió y miró hacia delante donde la profesora acababa de escribir el título de lo que haríamos hoy –si quieres, claro
-Por supuesto, no tengo amigas aquí excepto mi hermana y mi prima así que… necesito amigas –reímos y seguimos mirando lo que la profesora escribía, en esta clase presté un poco más de atención, el olor a la sangre de todos los presentes no llamaba mi atención y además necesitaba aprender un poco más de historia, era la materia que más me costaba y la que más odiaba.
El timbre sonó unas horas después, el único deber que nos habían mandado era estudiar la segunda guerra mundial así que ya tenía dos cosas por hacer, por suerte una ya la tenía casi hecha ya que este año en el otro instituto ya me habían hecho hacer una redacción sobre cómo se organizaban las computadoras así que era solo copiar y agregar algunas cositas más. Mi panza crujía de hambre, por suerte solo era una hora más y estaríamos en la hora de la comida. Fui hacia mi casillero una vez más y guardé mi cuadernola de historia. Miré mi horario y luego lo pegué en la puerta de mi loquer. Ahora me tocaba Literatura, mi materia favorita por muchas cosas.
Entré a la clase de literatura e hice lo que hice en todas las clases anteriores. Entregué el boletín de asistencia, la profesora lo firmó, me presentó, mucha tensión con mi apellido y me dijo donde sentarme. Por suerte no había nadie en ese asiento, solo espero que no sea que llegaba tarde. La profesora se puso a hablar de lo que debíamos hacer y tocaron la puerta. Rogué porque no sea mi compañero/a de asiento pero no me funcionó mucho –tal vez nada –ya que alguien se sentó al lado de mí. No miré quien era, y por algún motivo no me interesaba saberlo. Seguí mirando la clase y empecé a sentir una mirada sobre mí. Me di vuelta y miré a quien estaba mirándome, era él, era Justin, él era mi compañero de escritorio en literatura.
-Hola –sonrió pero yo no respondí, solo me limité a mirar de nuevo a la profesora aunque unos minutos después me arrepentí de no haberlo saludado y lo saludé pero es que algo hacia que lo odiara y no tenía mucha idea de lo que era. Tal vez era que me hacía querer que extrajera su sangre y por mi cuenta no pensaba tocarlo ni a él ni a ninguna otra persona. La única sangre que bebería sería de animales y eso si no podía evitarlo.
-El trabajo de hoy es hacer con su compañero de banco –ya no me gustaba esta tarea –una redacción de una criatura mítica, ya sean ángeles, vampiros, hombres lobo, sirenas, duendes o cualquier otro que hayamos mencionado hoy en clase. -¿habíamos mencionado a los vampiros? ¿Cuándo que no me di cuenta? Tal vez fue en el momento en el que Justin me saludó pero… no pudieron hablar tan poco de los vampiros.
-¿Y cómo les fue hoy? –preguntó Josephine cuando ya estábamos todos en la mesa con nuestras bandejas con comida. Yo había llenado mi bandeja, tenía una hamburguesa con mayonesa y quetchup, unas papas fritas y un agua gasificada para acompañar y de postre había elegido un helado de vainilla y chocolate que vi a una chica comprar.
-Bien –contestaron Harry y Gemma a la vez –Ya saben, lo mismo de siempre, aburrimiento –siguió Gemma aunque pareciera una chica que le gustaba estudiar –ya que siempre tenía todo al día –Gemma era todo lo contrario, el estudio era lo peor que podían hacerle.
-¿Y a ti Allison? –preguntó Josephine ahora mirándome con cara de interrogante, suspiré antes de contestar
-Bueno… sin contar que Bieber está en dos de mis clases hasta ahora… pues bien
-¿En qué clase además de Informática? –preguntó Erick arrugando la frente
-En literatura –contesté seca y Harry soltó una carcajada que fue tratando de tragarse cuando lo miré con cara de pocos amigos.
-Lo siento –apretó los labios para no reírse y lo único que logró fue hacer una mueca –es que es tu clase favorita
-ERA –aclaré levantando la voz –era hasta que alguien llegó para hacerme la vida imposible –miré hacia la mesa donde estaba Justin con sus amigos, incluida Caitlin, mi nueva amiga –Y para lo peor –hice una pausa y me di vuelta para mirar a mis hermanos y a mis primos –tengo que hacer un trabajo de literatura con él
-¿Y de qué es? –preguntó Jose
-Sobre criaturas míticas
-¿Nos incluyen? –bromeo Erick y Gemma casi escupe el jugo de calabaza que estaba tomando
-Sí, nos incluyen –dije aún seca y fría como la nieve que caía fuera –Por cierto –dije recordando la clase de historia y lo que había dicho Caitlin –Esta nevando –dije aflojando un  poco mi voz y haciendo que se pareciera mucho más a la normal
-Es cierto –dijeron Jose y Gemma
-Cae Snow –dijo Harry y todos reímos por la manera en la que dijo “Snow” (nieve) ya que hizo un tono muy grave que hizo que ni siquiera pareciera su voz.
-Allis ¿Qué te parecen unos ojos verdes para el resto del día? –propuso Jose cuando fuimos a dejar la bandeja en el tacho donde se dejaban
-Claro, mientras no llamen más la atención de los presentes –miré a todo el mundo e hice un gesto con la mano –cada vez que decían Donson en la lista o para presentarme todos me miraban y el clima que se apoderaba de la clase no servía de mucha ayuda a mis nervios –aclaré y Josephine soltó una leve carcajada
-Es normal a mí siempre me pasa y a Erick también, es parte de lo que causamos en el instituto
-Es miedo –insistí -¿Por qué nos tienen miedo?
-Ya te hemos explicado –me dijo Josephine
-Sí lo sé, es que no lo comprendo. En mi colegio anterior todos nos ignorábamos a todos y estábamos en grupos siempre, tal vez sea por eso que no entiendo.
-Sí, puede ser eso. –Asintió Jose –Ahora ¿Qué te parecen los ojos verdes?
-¿Qué tan verdes? –pregunté sonriendo de lado
-Como… ¿estos? –Miré los ojos de Josephine que ahora eran verdes oscuros pero se notaban destellantes.
-Me encantan –sonreí e hice que mis ojos sean del mismo color que los de Jose.
Cuando tocó el timbre de salida me dirigí hacia los cambiadores, a última hora nos tocaba gimnasia y tuve que pedirle a Josephine que me prestara su uniforme que era un short rojo con un buzo blanco que decía “Eagles” (águilas) en rojo y en la espalda decía Josephine pero obviamente el mío diría Allison. Cuando me terminé de cambiar guardé el uniforme de Josephine en la mochila y me fui hacia la salida de atrás para poder entregarle el boletín de asistencia firmado a la Anabell la señora que nos había dado los boletines de asistencia y los horarios.
-¿Cómo ha sido tu primer día cariño? –preguntó la señora siendo muy amable, era realmente una persona muy cariñosa y se notaba en la cara y en la forma de ser
-Muy bien –mentí pero sonreí para que no quedara como una mentira
-Me alegro mucho. Espero que siga siendo así –sonrió dejándome ver sus perfectos dientes blancos, para su edad era bastante raro que fueran perfectamente blancos, generalmente ya a los veinte todos tenemos los dientes amarillentos no digo que sea imposible pero… es raro. –Muy bien –dijo chequeando el boletín de asistencia –ya puedes marcharte a casa, buen viaje.
-Muchas gracias –sonreí, giré sobre mis talones y caminé hacia la puerta, antes de que pudiera abrirla alguien lo hizo entonces un chico castaño claro casi rubio diría yo entró por la puerta haciendo que me estremeciera al máximo, no sabía quién era pero era muy… ¿lindo?

-Lo siento –me miró y sus ojos se encontraron con los míos, no me había dado cuenta hasta ahora que casi me resbale cuando él abrió la puerta.


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Creo que ya les pedi perdon en el post anterior pero ¡PERDONENME! las amo

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Perdón!!



Chicas perdonenme por no subirles capítulos de la nove, es que eh estado muy distraída en estos días. No podré subirles muy seguido pero trataré de siempre subirles al menos dos veces por semana (mínimo) si puedo les subiré todos los días. Las recompenzaré con dos capítulos de la novela o quiza tres........ demoré mucho así que tres. Las amo♥ y no olviden pasarse por mi otro blog: http://allisreflectiion.blogspot.com/ y mi facebook: https://www.facebook.com/AllisBieberSwaggy
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Allis :3