domingo, 27 de enero de 2013

Importante

http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4999535371735957273#editor/target=post;postID=7593499858917536689;onPublishedMenu=allposts;onClosedMenu=allposts;postNum=0;src=postname <--- lean esto. Gracias♥

Capítulo O7: Mi primera cena



Ya habían pasado dos días desde que sabía que era una chica vampiro. No podía creer que eso fuera verdad pero ya empezaba a creerlo. En cuanto a Zayn no lo he visto, le dije a Harry que en cuanto lo viera le digiera que tenía que hablar con él pero no me dejan hablar con nadie humano ya que corren riesgo de que… los mate. Ya no me gusta mucho esto de los “vampiros”.
Mi faceta para convertirme ya estaba acabando, se supone que hoy terminaría y ya no sería más una humana sino que ahora sería una completa y total vampiresa. Suena muy formal ¿no? Yo prefiero decirle vampira o chica vampiro aunque sé que lo de vampira está mal dicho. Mis poderes estaban completos, por ahora sabía que podía leer mentes y cambiar mi apariencia, también puedo hacer que las personas vean el lugar que yo quiero y también escuchan lo que yo quiero es decir, cuando estoy escuchando música con los auriculares puedo hacer que Gemma –por ejemplo –escuche lo mismo que yo sin necesidad de ella tener alguno de mis auriculares ni tampoco de subirle el volumen. Aunque ese poder no lo puedo dominar mucho. Ni tampoco el de hacer que las personas vean el paisaje que yo quiero. Con el primero fue un caos, traté de que Harry escuchara Part of me dé Katy Perry ya que a él le gusta y yo quería aprender a controlar ese poder pero lo único que logré fue darle un dolor de cabeza muy grande parecido a una resaca después de haber tomado 5 botellas de vodka –tal vez exagero con la cantidad de botellas.
Ahora me encontraba en mi cuarto, estaba buscando ropa para cambiarme después de salir de la ducha. Mi ropa era otra de las cosas que había cambiado en mí, ahora había empezado a usar tacones y a maquillarme más seguido. Harry decía que extrañaba a su pequeña pero yo no la extrañaba para nada. Mientras me duchaba me puse a pensar en lo que me había dicho papá ayer, en unas cuantas horas –espero –me darían ganas de beber sangre y mi hermano me dijo que iría conmigo a ayudarme a controlarme ¿de qué? Pues de que no mate a nadie. Mi familia no es de esos vampiros que matan gente para comer sino que es de esos que beben sangre de animales. Papá me había dado unos cuantos libros sobre vampiros para leer pero no había tenido tiempo y tampoco había querido leerlos.
Terminé de ducharme y serré la canilla, ya no usaba el agua fría, mi piel ya lo era y bastante para mi gusto. Ya no sentía lo que era frio así que me daba igual, era como si yo estuviera a menos grados que todo en la tierra y me creo que así es. Me envolví en la toalla y me fui a vestir a mi cuarto, ya me había puesto la ropa interior en el baño como acostumbraba hacerlo así que solo quedaba vestirme. Me puse esto (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=67816830&.locale=es) y bajé las escaleras. En cuanto bajé vi a Harry y a Gemma sentados en el sillón mirando la televisión. Estaban pasando Los juegos del hambre, de seguro habían alquilado la película porque a Gemma le encantaba y se puede decir que a Harry también. Bueno casi porque según él es horrible pero siempre que estamos viéndola –por causa de Gemma –se sienta con nosotras a verla y luego pone la excusa de que “no había nada más para hacer” y yo siempre respondo lo mismo “¿y la computadora?” y él se enoja porque descubro su “secretito”.
No me quedé con Harry y con Gemma, me dirigí hacia la cocina donde mi madre estaba cocinando algo y mi padre estaba sentado en el mostrador.
-Hola mi vida –me sonrió mamá
-Hola mami –y entonces sentí una horrible sensación en la garganta, papá había dicho que eso pasaría cuando… -¡NO! –grité. Ya sabía lo que estaba pasando, sentí una sensación rara en los ojos y supe que ahora eran de color rojo. Mi madre estaba asustada por el grito que pegué y mi padre había corrido a velocidad vampírica hacia mí para detenerme de que cometa lo peor de mi vida: matar a mi madre. No sé como pero me pude contener aunque era difícil, apreté los dientes y esa sensación en la garganta fue diez veces más fuerte, el olor de su sangre me llamaba y me pedía a gritos que la bebiera. No tuve otra opción salí corriendo –a velocidad de vampiro ya que no tenía otra opción –y me encerré en mi cuarto. Desde allí escuché perfectamente que mi padre abrasaba a mi madre y le decía a Gemma que viniera conmigo y cerrara la puerta con cerrojo. Tal vez eso me hacía sentir peor, simplemente por el hecho de que yo había querido matar a mi madre pero por otro lado me hacía sentir segura de que no iba a cometer otra cosa así. Pero luego sentí como Harry le decía a Gemma que no y pero ella ya estaba abriendo la puerta de mi cuarto.
-¡Gemma! –gritó Harry y corrió hacia ella y cerró la puerta pero ya era tarde, ya había despertado otra vez esas ganas de beber sangre en mi ¿por qué despertaba ganas de beber su sangre? ¿Gemma no es vampiro? Sí lo era, o eso se supone, ella tiene todo lo de un vampiro pero…
-Allis –dijo Harry entrando y cerrando la puerta detrás de él. Se tiró en mi cama a abrasarme y yo empecé a soltar lágrimas. No podía creer que haya querido matar a mi madre y a mi hermana. Y no podía decir que no había querido hacerlo porque es lo contrario, si quise hacerlo. –Tranquila, sé que no quisiste –eso era lo que NO quería escuchar
-Sí quise –dije con un hilo de voz y suspiré –pero a su vez no
-¿Deseabas su sangre?
-Sí, mucho
-¿Y la de Gemma?
-¿Gemma es humana? –cambié de tema aún con lágrimas en mi voz
-No, ella es semi vampiro
-Sí, si quería… su… sangre –no podía hablar mucho, la voz me salía en un hilo y ya había empezado a tartamudear. Eso era una de las cosas que decían que los vampiros no podían hacer: llorar. Y era mentira, aquí estaba yo, una chica vampiro llorando. -¿Qué pasará ahora? –pregunté entonces
-Creo que tendremos que salir a comer
-¿A comer? Pero si…
-No, tranquila, no bajaremos, saldremos por la ventana
-¡Harry puedo matar a alguien!
-No Allison, no entiendes. Vamos a ir a matar algo.
-¿Algo?
-Un ciervo tal vez
-¿Qué?
-Tendrás tu “primera cena”
-¿Mi primera cena?
-Sí, como vampiro –me sonrió y me agarró del brazo me levantó de la cama junto a él y caminamos –corrimos –hacía la ventana Harry la abrió y casi no se vio cuando lo hizo, esto significaba que ahora todo sería como un vampiro. Rápido.
-Sígueme
-Agárrame
-No lastimaras a nadie ni tampoco que lastimarás tu
-No importa, es mejor prevenir
-No has cambiado mucho –rio
-Ja-ja que gracioso –dije sarcástica
Corrimos por toda la ciudad de la mano, los olores de la gente me estaban matando, necesitaba sangre, necesitaba matar a alguien. Pero no quería asesinar. No quería ser un monstruo.
Fuimos hacia un bosque que había cerca de casa y nos adentramos en él, el aroma de la gente se iba y a medida que lo hacía empezaba a sentir otro tipo de aroma, era otra sangre era sangre de animal. ¿Cómo sabía todo eso? Ni idea.
Sentí un movimiento en mi espalda y giré rápidamente, ya era de noche y los ruidos se sentían más claros aquí dentro del bosque. Nunca nadie entraba en él porque decían que había muchos animales salvajes pero los únicos dos animales peligrosos que veo yo aquí somos mi hermano y yo. Harry había desaparecido de mi vista y ahora me encontraba sola pero sentía como Harry me decía que agudizara mis instintos, que sintiera como los animales caminaban por allí y viera más allá de un árbol. Sí podía hacer eso, me resultaba bastante fácil ver a una hormiga a más de un metro y hasta podía escucharla caminar y también olerla. Mis sentidos se habían agudizado mucho al convertirme y servían mucho para cazar.
Cuando me concentré sentí de nuevo ese sonido en mi espalda ahora no era Harry era un animal. La primera vez había sido Harry cami… corriendo hacia su “presa” pero ahora esta era mi presa. Un ciervo caminaba lentamente detrás de mí pero cuando voltee se asustó y comenzó a correr yo como instinto corrí tras de él. Lo alcancé en unos pocos segundos y cuando lo hice clavé mis dientes –que no eran con colmillos como suelen ilustrar a los vampiros – en su cuello. Bebí su sangre hasta que el pobre animal quedó sin nada de ella. Sentía como su corazón dejaba de latir en cada mililitro de sangre que bebía y era una sensación rara pero mi sed estaba cesando y eso era lo único que me importaba. Cuando terminé con el animal sentí un ruido de aplausos atrás y una risa, sabía perfectamente quien era. –Muy bien hermanita. Lo has matado.
-No se escucha muy bien eso ¿sabías? –le respondí
-Sí lo sé –me sonrió y yo le devolví la sonrisa pero la hice parecer falsa haciendo un sonido
-Tu boca está llena de sangre, vampiresa
-No me llames vampiresa
-Es lo que eres
-Suena muy formal, mejor vampira
-JAJAJAJA ¿vampira? ¿Has inventado alguna otra palabra?
-Ja-ja no, es que suena bien –reí ahora no falsamente
-Ok, ok vampira –dijo lo último con tono de galán
-Suena gracioso si lo dices así –reí aún más fuerte y él se unió a mi riza
-¿Sigues teniendo hambre? –dijo entonces
-No, ya estoy bien
-¿Podemos caminar normal a casa entonces?
-¿¡Estás loco!? ¡Tengo sangre en la boca! Tú mismo lo dijiste
-¡Ah sí es cierto! Ya lo había olvidado
Ya habíamos regresado a casa y nos habíamos acostado a dormir. Sí, otro mito, los vampiros si dormimos. Y hasta roncamos –escucho a Harry roncar desde mi cuarto.
Ya estaba entrando en mi primer sueño. Lo único que quería soñar era con ese chico ¿Cómo era que se llamaba? ¡Ah sí! Justin –suspiré -¿Cómo es posible enamorarse de un sueño? No lo sé pero aquí estaba yo enamorada de un sueño, quizá ese chico ni siquiera era real. Ni siquiera existía, solo en mis sueños. Una vez cuando era chica –tendría unos 8 años –soné que me besaba el hombre araña, sí, el hombre araña. Fue un sueño muy extraño porque hasta sentí como me besaba y ese era como el “último beso” porque cuando lo besé se volvió agua y se derritió en una cubeta que había al lado de él. Sí lo sé, sueño cosas muy raras.
No sé cuándo me dormí, nunca descubro cuando pero estoy segura que pasó una hora por lo menos para que me durmiera, había dado más de cien vueltas en la cama para poder dormirme cómoda. Mi sueño esta vez no tuvo nada que ver con ese tal Justin, solamente veía una pequeña saltando en un campo de flores y no sabía quién era. No podía hablar con ella ya que al parecer ella no me escuchaba.
Y ese fue mi sueño, o lo que recuerdo de él.
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Maratón 2/7
Gracias por leer

Capítulo O6: La chica vampiro


Narra Allison

-Te estoy esperando –la voz de un chico resonaba en mi cabeza –mi amor te estoy esperando
-¿Quién eres? –susurré
-El amor de tu vida
-Ayúdame a encontrarte
-No sé como
-Dime cómo te llamas
-No lo se
-¿No sabes cómo te llamas? –seguíamos hablando en susurros
-No lo sé ¿tu si sabes?
-Me llamo Allison
-Me encanta tu nombre
-Yo quisiera saber cuál es el tu nombre –dije con voz de niña triste
-A mí me gustaría decírtelo
-No sé por qué pero te quiero
-Y yo a ti
No veía la cara de ese chico con el que estaba hablando. Solo escuchaba su voz en un negro vacío. – ¿Me ves? –le pregunté entonces
-No –susurró, habíamos estado hablando en susurros como si alguien pudiera oírnos
-Yo tampoco a ti –le informé.
-¿Esto es un sueño?
-Creo que si
-Me llamo Justin –dijo entonces
-¿Justin?
-Sí
-¿Acabas de recordarlo o no quisiste decírmelo?
-Acabo de recordarlo –seguíamos en susurros. Le creía, no sé por qué razón pero le creía –Debo irme –dijo entonces
-Yo también
-Te amo
-Yo igual
Abrí los ojos. Me encontraba en mi habitación acostada en mi cama mirando mi mesita de luz. Allí estaba mi celular, mi cámara, la lámpara y un cuadrito transparente en el que aparecíamos mi abuela y yo cuando era bebé. En ese mismo cuadro había un trozo de hoja recortada prolijamente en cuadrado que decía en violeta Never en plateado Say y en violeta de nuevo Never. Amaba esa frase y no se siquiera de donde la había sacado. Leí una vez más esa frase y voltee para quedarme mirando el techo, estaba aburrida y mi panza empezaba a crujirme. Tenía como una leve resaca aunque la tarde anterior no había bebido nada alcohólico ya que me había dormido en cuanto llegué a casa. El dolor de cabeza de ayer había seseado y yo había terminado como noqueada en mi cama.
TocToc alguien llamó a la puerta y yo miré hacia ella, siempre la tenía abierta así que podían pasar perfectamente.
-Hola princesa –Harry se encontraba en la puerta con una enorme sonrisa
-Hola príncipe –sonreí
-¿Cómo te sientes? –caminó hacia mí y se sentó en  la cama al lado de mí. Yo me senté en el respaldo.
-Mejor pero con una leve resaca
-Es normal
-¿Normal?
-Sí, después de…
-¿De?
-Que papá te responda eso yo no quiero meter más la pata en el balde de agua o voy a terminar mojado hasta los pelos.
-¡Pues mójate un poquito más! –hice pucheros
-¡No! No insistas.
-Esta bien –hice carita triste –Y… ¿Dónde está papá?
-Heee… no sé, creo que en su oficina o en el trabajo
-Quiero saber que me pasa
-Ajam no te voy a decir Allison no insistas –Me había descubierto
-Ok ya –me di vuelta para quedar para mi costado izquierdo mirando para la pared cuando Harry me agarró de la espalda y de mis piernas y me llevó dando saltitos por la escalera. En un momento casi nos caemos por lo que me limité a rezongar a mi hermano por lo bruto que puede llegar a ser algunas veces. El morocho me llevó hacia la cocina donde se encontraba mi hermana haciendo unos ricos waffles. Miré hacia el “mostrador” y en él había salsa de frutilla y salsa de chocolate para waffles. Que rico pensé.
-¿Alguien quiere waffles?
-¡Yo! –grité como una niñita estando aún en brazos de Hazza
-¿Tus favoritos?
-Sip, con chocolate por favor
-Ok –Gemma soltó una leve carcajada -¿y tú Hazza?
-Con frutilla –hizo media sonrisa, amo cuando hace eso, se ve tan sexy
-Ok. ¿Gemma? –Preguntó entonces mi hermana riendo y contestándose a ella misma –sí, de chocolate con frutilla por favor –entonces todos soltamos una carcajada. Mi hermana a veces podía ser un poco amargada pero eso no quitaba que tenga un humor muy bueno. Es una payasa literalmente. Es porrista en la universidad donde estudia. Vive con nosotros, no es una de esas universidades donde tienes que vivir en ella con tus compañeros etc. Nosotras somos de contarnos todo, nunca se nos escapa nada para contarnos es como mi mejor amiga pero hay veces que es como mi peor enemiga ya que no se le puede contar nada y el mal humor le recrimina lo que hace.
-¿Cómo has dormido hermanita? –Dijo Gemma cuando Harry me sentó en la silla que siempre me sentaba yo –al lado de papá, y al lado de él.
-He dormido bien ¿y tú?
-Bien ¿has soñado con algo? Yo últimamente no sueño con nada –me eché a reír
-Sí, tuve un sueño muy raro
-¿Frafo? –preguntó Harry con la boca llena de waffles que le había puesto Gemma hace unos segundos delante de él
-¿Qué? Traga antes de hablar, no te entiendo nada
-Lo siento, ¿raro?
-Sí, raro
-¿Qué soñaste? –preguntó entonces Gem
-Un chico me hablaba pero no nos podíamos ver
-¿Qué te decía?
-Emm… luego… -tartamudee –mejor… este…
-Vamos ¡Dime!
-A ti si pero… -miré a Harry de reojo
-Ya entendí, ya me voy
-No, no. No quiero que te vayas…
-Pero no quieres contarme –me interrumpió
-No –dije agachando la cabeza, no me gustaba ocultarle cosas a mi hermano pero estas son el tipo de cosas que no me gusta contarle
-¿Y Zayn? ¿Lo has visto? –le preguntó Gemma a Harry
-Sí, se quedó en el campamento –ya me descoloqué de la conversación, solo podía escuchar mis pensamientos recriminándome por haberme olvidado por completo de Zayn después de haber soñado con un  chico que ni siquiera vi, que solo podía hablarme y que según él era el “amor de mi vida” y se llamaba Justin. Era inútil, ya no sentía lo mismo que antes por Zayn y no sabía que podía haber cambiado en solo tres días. Sí, solo llevábamos tres días siendo novios y yo ya había dejado de amarlo como antes solía hacerlo. Eso me frustraba y me frustraba muchísimo, ¿Cómo es posible olvidar a alguien en menos de una semana? Y peor ¿si es tu novio? ¿Y si lo amaste toda tu vida? Tal vez sea eso, que lo estuve esperando por él mucho tiempo. Igualmente no era motivo para dejarlo de amar en… ¿3 días? Enserio no entiendo cómo pudo haber pasado eso ¡SOLO FUERON TRES MALTIDOS DÍAS! Y peor aún: el solo había sido tierno conmigo. Tal vez esto sea parte de lo que Harry y Gemma están ocultándome y que solo papá va a decirme. Sí, tal vez sea eso.
-¿Dónde está papá? –corté la conversación de los chicos y los dos me quedaron mirando
-Emm… búscalo en su oficina.
-Ok ya vuelvo
Me levante de la silla y crucé la cocina caminando normal luego cuando salí de la cocina miré sobre mi hombro para ver si alguien podía verme y me eché a correr. Quería saber que me estaba pasando ¿acaso no era lógico? Mis ojos cambian de color, sueño con chicos que me hablan –tal vez eso sea normal –y de un día para el otro ya no quiero a Zayn como mi novio y tal vez solamente lo quiero como mi mejor amigo. Es algo raro y no creo que le pase a cualquiera, principalmente lo de los ojos.
Toqué a la puerta de la oficina de mi padre y desde adentro se escuchó un “pase” así que abrí la puerta y entré con paso decidido.
-Papá tengo que…
-Preguntarme algo lo sé –me interrumpió
-Y…
-Te tengo que contestar con la verdad, –me interrumpió de nuevo por lo que yo callé y lo escuché –también lo sé.
-Escucho entonces ¿Qué me sucede? –La sonrisa que tenía papá en la cara se le desapareció en unos segundos volviendo su rostro sin expresión alguna. Siempre me había fascinado la manera en la que mi padre podía dejar su rostro sin expresión alguna.
Entonces suspiró y empezó a hablar –Mejor siéntate –hice caso y me senté –Hace unos cuantos siglos atrás…
-Papá solo quiero saber que me pasa y te dije que con la verdad no con cuentitos para niños –lo interrumpí enojada
-Está bien si lo quieres de la peor forma te lo diré así, eres igual que tus hermanos –susurró las últimas cinco palabras. –Eres una chica vampiro
-¡¿Qué?! JAJAJAJAJAJAJA –me eché a reír, no sabía que otra cosa hacer, ¿es que no quería decirme lo que me pasaba? –Por favor papá esas son criaturas míticas y aunque quiera que lo sean no son verdaderas.
-Sabía que iba a pasar esto –dijo serio
-¿Esperabas que te creyera eso?
-Sí, ¿sabes por qué?
-No
-Porque te han pasado cosas que no son normales –en eso tenía razón –te cambia el color de ojos, puedes leer mentes – ¿Mis hermanos le habrán contado eso? Aunque era cierto todo lo que decía no podía creer o tal vez me negaba a creer que fuera una “chica vampiro”. – ¿Te has olvidado de alguien?
-¿Cómo si me he olvidado de alguien?
-Por ejemplo... -elevó su mano derecha hasta que llegara a su mentón y se puso a pensar – ¿Quién es tu ídolo?
-¿Ídolo? Yo no tengo ídolos
-¡Ves! ¡A eso me refería! Te has olvidado cuanto amas a ese Shasten – ¿Shasten? ¿De quién habla? ¿Quién es Shasten? Me suena a Justin pero ese nombre se pronuncia Shostin y yo nunca lo pronuncié.
-¡No sé ni quien es Shasten!
-Porque te has olvidado de él, revisa tu iPhone, tu computadora, tu celular vas a ver que tienes miles de fotos de él y miles de canciones de él
-Ya papá esto no es creíble ¿lo sabes?
-Sí, yo lo tomé igual y tuve que soportar a tu hermana y a tu hermano cuando lo pasaron pero tú eres la más terca
-¡Es que es ilógico! ¿Vampiros? ¡Vamos! ¡Son solo criaturas míticas! ¡De cuentos que usan las personas para asustar a otras o como Stephanie Meller para enamorar a las personas!
-Ok no estamos hablando de cuentos ni de Crepúsculo aunque sería una buena historia para que me entendieras
-No, sería pésima porque menos te creería. Enserio ¡deja de jugar! ¡Quiero…! –Me interrumpí yo sola y entonces me di vuelta con la silla giratoria y quedé mirando la puerta -¡Dejen de escuchar! –un ruido se sintió al otro lado de la puerta
-¿Has escuchado sus pensamientos verdad?
-Sí, eso creo –ahora ya me había calmado un poco pero estaba más asustada que antes. Siempre supe que no era una chica normal pero no me imaginaba que tan así de anormal.
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Haré una maratón porque me he adelantado muchicimo en la novela. Bueno espero que les guste ♥
Allis