-Hola, ¿Cómo estas Justin? –traté de sonreír pero el olor de
su sangre no me permitía ni abrir la boca
-Bien ¿y tú?
-Genial –suspiré mientras lo decía. El profesor siguió dando
su clase y yo trataba de prestar atención pero de verdad que no podía lo peor
era que mañana también tendría que lidiar con esto y no estaba segura de poder
aguantar ni siquiera hoy, tan solo espero que esta sea la única clase donde me
lo tope.
…
El timbre sonó y yo agarré enseguida mi mochila y mi
chaqueta que me la había sacado porque había empezado a hacer calor. El
profesor nos había mandado hacer una redacción de la organización de las
computadoras para pasado mañana. No era muy larga así que la podría hacer hoy
cuando llegara a casa.
-¿Cómo ha ido tu primer día? –preguntó un chico viniendo
desde mi espalda
-¡Me asustaste!
-Lo siento, no fue mi intención –rio -¿o tal vez si?
-¡Erick! –Rezongué y en cuanto pronuncié su nombre todo el
mundo volteo a vernos, era como si fuéramos un imán -¿Qué? ¿Acaso eres el único
Erick que existe aquí? –le susurré
-¿Tu qué crees? –preguntó mirando hacia delante. Miré hacia
mi izquierda donde estaban algunos chicos mirándonos pasar
-¿Serán novios? –escuché murmurar a una chica
-Por favor, es Erick Donson –murmuró la que estaba con ella
y entonces Erick pasó un brazo por mi hombro
-¿Qué haces? –le pregunté sonriendo
-Hago que se callen –rio y me dio un beso en la cabeza,
muchos de los presentes soltaron un leve “Aah” de impresión y algunos solo
voltearon a cuchichear con sus amigos.
-Esto solo hace que hablen más –le saqué la mano de mi
hombro
-Eres mi prima, me da igual
-A mí no Donson –lo rezongué
-Te quiero loca psicópata
-Hoy no he intentado matar a nadie –me defendí
-¿A no? ¿Justin salió vivo de Informática? – ¿Cómo supo eso?
Yo no le había dicho que estaba en informática con Justin y mucho menos que
estaba en el mismo escritorio que él
-¿Cómo sabes que…?
-Tu papel –señaló mis horarios –dice informática a primera
hora y Justin –señaló al casillero que estaba ¿al lado del mío? ¡Oh no puede
ser! ¿¡Por qué a mí!? –Tiene informática a primera hora, lo dice su horario
–mire hacia la puerta del casillero que estaba abierta y definitivamente en su
horario que estaba colgado en esta decía Informática y luego… ¿química? Bajé mi
mirada hacia mi horario doblando para que vayamos hasta mi casillero, para mi
suerte –o no –yo tenía historia. Abrí mi casillero con la clave que tenía en el
papel y Erick se apoyó en el casillero de al lado al mío –el que no era de
Justin –y siguió hablando de no sé qué cosa.
-¿Sabes que no estoy escuchándote verdad? –pregunté negando
con la cabeza y frunciendo el seño
-Me lo supuse, pero de todas maneras no tenías que hacerlo,
estaba contándote que pasó con la chica que te había dicho hoy
-¡Ah sí! ¿La que ni siquiera sé el nombre?
-Sí, se llama Dana
-¿Dana? Lindo nombre –sonreí
-Si –suspiró y miró hacia delante con ojos soñadores
-Estás enamorado –me burlé
-No, claro que no
-Sí claro, espera sentado a que me lo crea
-¡Allison! –renegó pero ya era tarde, me había puesto a
cantarle “Erick está enamorado, a Erick le gusta Dana” repetidas veces
-¡Allison ya cállate! –se sonrojó
-Jajaja te sonrojaste –reí
-¡Maldita sea Allison! Si Dana te escucha te mato
-Mira como tiemblo –hice que temblaba y también pucheros –no
serías capaz de hacerme nada, me amas –dije acentuando las dos últimas palabras
y parpadeando rápido
-Este es tu fin, -declaró –disfruta tu día porque será el
último –me apuntó con el dedo
-Sí, claro –reí, el timbre sonó y me di cuenta de que
habíamos estado caminando hacia la clase donde es historia.
-Bueno, aquí es tu clase, me voy o el señor Finigan se
enojará conmigo –hizo una mueca y luego
rio –hasta hoy de noche cuando te mate primita –besó mi frente
Entré a clases y encontré a la profesora sentada mirando sus
manos entrelazadas arriba del escritorio esperando a que todos lleguen.
-Profesora –dije en una voz suave, no es mi fuerte hablar
con personas mayores
-¿Sí? –Levantó la vista y yo le entregué el papel de
asistencia -¡Oh! La chica nueva –dijo sonriéndome, tomó su bolígrafo y firmó el
papel –Bienvenida, supongo que no quieres presentaciones
-Si es posible ahorrarlas mejor
-Ok, siéntate allí –señaló un asiento al lado de la ventana
al final de la clase. Yo sin decir nada me fui a sentar en el lugar que me
había indicado la profesora. Cuando todos llegaron la profesora se puso a pasar
la lista, al final de ella dijo – ¿Donson? –y un clima de tensión se creó en el
ambiente ¿Qué creían que eran los Donson?
-Presente –dije y todos voltearon a verme como si estuviera coreográficamente
planeado
-¿Beadles?
-Presente –dijo una chica jadeando que acababa de entrar a
la clase
-Llega tarde señorita Beadles
-Lo siento es que tuve problemas en la carretera
-¿Problemas?
-preguntó la profesora
-Está nevando –aclaró la castaña que acababa de entrar y
todos miramos hacia afuera, una vez más sentí una mirada clavada en mí, unos
tacones se asomaban y luego sentí que alguien se sentaba al lado mío. Automáticamente
casi por un instinto miré quien se había sentado junto a mí, era la chica que
acababa de entrar. Ahora que la veía bien vi que era bastante bonita, debía de
ser porrista o algo de eso –si es que aquí habían –sus ojos eran verdes y su
pelo lacio y castaño caía largo hasta su cintura. Traía puestos unos jeans
oscuros una blusa violeta y unos tacones del mismo color. Detrás de ella había una
chaqueta negra que acababa de dejar. –Hola –saludó sonriéndome, se notaba que
no sabía que yo era una Donson porque si no estoy segura de que no hubiera
saludado.
-Hola –sonreí – ¿Cómo te llamas?
-Caitlin Beadles ¿y tú?
-Allison –dudé en decirle mi apellido –Donson
-¿Donson? –tragó grueso
-Sí, Donson
-Pensé que los Donson solo… -hice un gesto para que
continuara –solo… se llevaban entre ellos
-Emm… es… complicado
-¿Eres nueva en la ciudad cierto?
-Sí, me he mudado antes de ayer.
-Tal vez podamos ser amigas –sonrió y miró hacia delante
donde la profesora acababa de escribir el título de lo que haríamos hoy –si
quieres, claro
-Por supuesto, no tengo amigas aquí excepto mi hermana y mi
prima así que… necesito amigas –reímos y seguimos mirando lo que la profesora
escribía, en esta clase presté un poco más de atención, el olor a la sangre de
todos los presentes no llamaba mi atención y además necesitaba aprender un poco
más de historia, era la materia que más me costaba y la que más odiaba.
El timbre sonó unas horas después, el único deber que nos
habían mandado era estudiar la segunda guerra mundial así que ya tenía dos
cosas por hacer, por suerte una ya la tenía casi hecha ya que este año en el
otro instituto ya me habían hecho hacer una redacción sobre cómo se organizaban
las computadoras así que era solo copiar y agregar algunas cositas más. Mi
panza crujía de hambre, por suerte solo era una hora más y estaríamos en la
hora de la comida. Fui hacia mi casillero una vez más y guardé mi cuadernola de
historia. Miré mi horario y luego lo pegué en la puerta de mi loquer. Ahora me
tocaba Literatura, mi materia favorita por muchas cosas.
Entré a la clase de literatura e hice lo que hice en todas
las clases anteriores. Entregué el boletín de asistencia, la profesora lo
firmó, me presentó, mucha tensión con mi apellido y me dijo donde sentarme. Por
suerte no había nadie en ese asiento, solo espero que no sea que llegaba tarde.
La profesora se puso a hablar de lo que debíamos hacer y tocaron la puerta.
Rogué porque no sea mi compañero/a de asiento pero no me funcionó mucho –tal
vez nada –ya que alguien se sentó al lado de mí. No miré quien era, y por algún
motivo no me interesaba saberlo. Seguí mirando la clase y empecé a sentir una
mirada sobre mí. Me di vuelta y miré a quien estaba mirándome, era él, era
Justin, él era mi compañero de escritorio en literatura.
-Hola –sonrió pero yo no respondí, solo me limité a mirar de
nuevo a la profesora aunque unos minutos después me arrepentí de no haberlo
saludado y lo saludé pero es que algo hacia que lo odiara y no tenía mucha idea
de lo que era. Tal vez era que me hacía querer que extrajera su sangre y por mi
cuenta no pensaba tocarlo ni a él ni a ninguna otra persona. La única sangre
que bebería sería de animales y eso si no podía evitarlo.
-El trabajo de hoy es hacer con su compañero de banco –ya no
me gustaba esta tarea –una redacción de una criatura mítica, ya sean ángeles,
vampiros, hombres lobo, sirenas, duendes o cualquier otro que hayamos mencionado
hoy en clase. -¿habíamos mencionado a los vampiros? ¿Cuándo que no me di
cuenta? Tal vez fue en el momento en el que Justin me saludó pero… no pudieron
hablar tan poco de los vampiros.
-¿Y cómo les fue hoy? –preguntó Josephine cuando ya
estábamos todos en la mesa con nuestras bandejas con comida. Yo había llenado
mi bandeja, tenía una hamburguesa con mayonesa y quetchup, unas papas fritas y
un agua gasificada para acompañar y de postre había elegido un helado de
vainilla y chocolate que vi a una chica comprar.
-Bien –contestaron Harry y Gemma a la vez –Ya saben, lo
mismo de siempre, aburrimiento –siguió Gemma aunque pareciera una chica que le
gustaba estudiar –ya que siempre tenía todo al día –Gemma era todo lo
contrario, el estudio era lo peor que podían hacerle.
-¿Y a ti Allison? –preguntó Josephine ahora mirándome con
cara de interrogante, suspiré antes de contestar
-Bueno… sin contar que Bieber está en dos de mis clases
hasta ahora… pues bien
-¿En qué clase además de Informática? –preguntó Erick
arrugando la frente
-En literatura –contesté seca y Harry soltó una carcajada
que fue tratando de tragarse cuando lo miré con cara de pocos amigos.
-Lo siento –apretó los labios para no reírse y lo único que
logró fue hacer una mueca –es que es tu clase favorita
-ERA –aclaré levantando la voz –era hasta que alguien llegó
para hacerme la vida imposible –miré hacia la mesa donde estaba Justin con sus
amigos, incluida Caitlin, mi nueva amiga –Y para lo peor –hice una pausa y me
di vuelta para mirar a mis hermanos y a mis primos –tengo que hacer un trabajo
de literatura con él
-¿Y de qué es? –preguntó Jose
-Sobre criaturas míticas
-¿Nos incluyen? –bromeo Erick y Gemma casi escupe el jugo de
calabaza que estaba tomando
-Sí, nos incluyen –dije aún seca y fría como la nieve que
caía fuera –Por cierto –dije recordando la clase de historia y lo que había
dicho Caitlin –Esta nevando –dije aflojando un
poco mi voz y haciendo que se pareciera mucho más a la normal
-Es cierto –dijeron Jose y Gemma
-Cae Snow –dijo Harry y todos reímos por la manera en la que
dijo “Snow” (nieve) ya que hizo un tono muy grave que hizo que ni siquiera
pareciera su voz.
-Allis ¿Qué te parecen unos ojos verdes para el resto del
día? –propuso Jose cuando fuimos a dejar la bandeja en el tacho donde se
dejaban
-Claro, mientras no llamen más la atención de los presentes
–miré a todo el mundo e hice un gesto con la mano –cada vez que decían Donson
en la lista o para presentarme todos me miraban y el clima que se apoderaba de
la clase no servía de mucha ayuda a mis nervios –aclaré y Josephine soltó una
leve carcajada
-Es normal a mí siempre me pasa y a Erick también, es parte
de lo que causamos en el instituto
-Es miedo –insistí -¿Por qué nos tienen miedo?
-Ya te hemos explicado –me dijo Josephine
-Sí lo sé, es que no lo comprendo. En mi colegio anterior
todos nos ignorábamos a todos y estábamos en grupos siempre, tal vez sea por
eso que no entiendo.
-Sí, puede ser eso. –Asintió Jose –Ahora ¿Qué te parecen los
ojos verdes?
-¿Qué tan verdes? –pregunté sonriendo de lado
-Como… ¿estos? –Miré los ojos de Josephine que ahora eran
verdes oscuros pero se notaban destellantes.
-Me encantan –sonreí e hice que mis ojos sean del mismo
color que los de Jose.
…
Cuando tocó el timbre de salida me dirigí hacia los
cambiadores, a última hora nos tocaba gimnasia y tuve que pedirle a Josephine
que me prestara su uniforme que era un short rojo con un buzo blanco que decía
“Eagles” (águilas) en rojo y en la espalda decía Josephine pero obviamente el mío
diría Allison. Cuando me terminé de cambiar guardé el uniforme de Josephine en
la mochila y me fui hacia la salida de atrás para poder entregarle el boletín
de asistencia firmado a la Anabell la señora que nos había dado los boletines
de asistencia y los horarios.
-¿Cómo ha sido tu primer día cariño? –preguntó la señora
siendo muy amable, era realmente una persona muy cariñosa y se notaba en la
cara y en la forma de ser
-Muy bien –mentí pero sonreí para que no quedara como una
mentira
-Me alegro mucho. Espero que siga siendo así –sonrió
dejándome ver sus perfectos dientes blancos, para su edad era bastante raro que
fueran perfectamente blancos, generalmente ya a los veinte todos tenemos los
dientes amarillentos no digo que sea imposible pero… es raro. –Muy bien –dijo
chequeando el boletín de asistencia –ya puedes marcharte a casa, buen viaje.
-Muchas gracias –sonreí, giré sobre mis talones y caminé
hacia la puerta, antes de que pudiera abrirla alguien lo hizo entonces un chico
castaño claro casi rubio diría yo entró por la puerta haciendo que me
estremeciera al máximo, no sabía quién era pero era muy… ¿lindo?
-Lo siento –me miró y sus ojos se encontraron con los míos,
no me había dado cuenta hasta ahora que casi me resbale cuando él abrió la
puerta.
_______________-
Creo que ya les pedi perdon en el post anterior pero ¡PERDONENME! las amo
Mi twitter: @AllisBelieber
Mis correos: allison-vega@hotmail.com y mywolrdofthebook@gmail.com
Mi facebook: facebook.com/allisbieberswaggy
Mi otro blog: allisreflectiion.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario